Potenciales
perceptivos del niño ciego
Si existen muy pocas investigaciones
relativas a los bebés ciegos, los estudios son aún más restringidos en el caso
de los recién nacidos, debido a la dificultad de detectar precozmente a los
niños con discapacidades visuales severos. El sistema cinestésico-táctil, el
sistema auditivo y el sistema olfativo y gustativo serán las vías prioritarias
de las entradas sensoriales en el niño con discapacidad visual.
Percepción cinestésica-táctil
La interrelación entre el sistema táctil y
cinestésico es la búsqueda y transmisión de la información al cerebro para su
codificación, asociación e interpretación es tan estrecha que frecuentemente
reciben el nombre de “sentido de la piel”.
Percepción auditiva
Si en cualquier persona este sentido tiene
especial relevancia, en el caso de los ciegos cobra una importancia
fundamental: el oído proporciona a la persona ciega parte de la información de
su entorno, especialmente de aquello que está fuera de los límites del contacto
directo.
Ser capaz de determinar qué sonidos tienen
significado es una tarea difícil en ausencia de visión y es más complicada
todavía cuando no existe contacto personal con el objeto que produce el sonido.
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Pautas para la percepción auditiva:
Atención y conciencia de los sonidos
La discriminación y el reconocimiento de los
sonidos.
El reconocimiento de palabras y la
interpretación del habla.
La escucha selectiva a las instrucciones
verbales
El procesamiento y la escucha auditiva con fines
de aprendizaje.
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Percepción
olfativa y gustativa
La utilización de este
sentido tiene un notable valor para la persona que no goza de buena visión.
Explorar el ambiente mediante el uso de este sentido proporciona una valiosa
información que podrá procesarse y utilizarse con los otros datos sensoriales
en el desarrollo perceptivo.
El desarrollo psicológico
del niño ciego
Desarrollo
psicomotor
La actividad corporal
posibilita al niño relacionarse con el entorno; es un hecho que no necesita
documentarse. En el caso del niño ciego su psicomotricidad evoluciona conforme
a su maduración neurológica, pero la ausencia de visión le confiere ciertas
peculiaridades que ponen de manifiesto su propia especificidad.
Motricidad y relación con el entorno
En la movilidad van a influir las capacidades del sujeto, las condiciones
del espacio y el conocimiento del mismo que posea dicho sujeto.
El conocimiento de los objetos y del espacio va a suponer un
grave problema. Cuando a los cuatro meses y medio un niño con visión normal es
capaz de tender la mano y coger un objeto que ha visto previamente, en el caso
del niño ciego no existe nada equivalente. Paradójicamente sus manos, que van a
ser sus órganos sensoriales primarios en muchos de ellos parece también “manos
ciegas”.
A pesar de que, cuando
los bebés ciegos son correctamente estimulados, sus primeras adquisiciones
posturales (darse la vuelta, sentarse, etc.) se desarrollan al igual que en los
videntes, la postura de levantarse con los brazos en posición prona aparece en
los bebés ciegos a partir de los nueve meses, mientras que en los bebés
videntes aparece a los dos meses. Curiosamente esta posición postural es la que
permite al niño vidente mirar lo que está a su alrededor y así obtener la
información de su entorno.
Los profesionales
especialistas en la educación de personas ciegas han encontrado a niños en edad
escolar que, al no haber recibido una estimulación adecuada, presentan unas
características peculiares.
Acercamiento al espacio: movimientos y
exploración táctil
El niño ciego debe construir si espacio y además, debe hacerlo
bajo referentes auditivos, propioceptivos y háptico táctiles. Es otro espacio
construido de forma singular y específica, pero que debe llevarle a comprender
el mundo y a interactuar con él, pero para ello necesita unos buenos mediadores
que le ayuden a contactar y le guíen en sus experiencias. La familia. Así pues
es necesario despertar en el niño desde los primeros meses de vida el deseo de
conocer y en su caso tocar.
Conocimiento espacio temporal
A lo largo de los 4 primeros años de vida, el niño ciego va a
adquirir la conciencia espacio-temporal, muy ligada a su propia evolución
sensorial, motriz y afectiva.
En los primeros meses viene dado por vivencias de sus propios
ritmos (hambre-saciedad; sueño-vigilia; luz-oscuridad)
Posteriormente, alrededor de los 6 meses la madre puede ir
alargando los tiempos de espera, siempre que el bebé, que demanda la
satisfacción de una necesidad, pueda oír su voz o presencia.
Desarrollo
cognitivo
El desarrollo cognitivo
es un proceso dinámico de asimilación de conceptos, emanados de las relaciones
físicas de los objetos o las personas entre sí y el sujeto, un proceso de
acomodación personal y dominio de dichos conceptos, manifestándolo a través de
la conducta.
Comienzos del pensamiento representativo
La inteligencia
representativa se evidencia en todos los niños en la capacidad de imitación en
ausencia del modelo, en la exteriorización de las imágenes mentales mediante el
dibujo, en la utilización de símbolos en el juego y en la posibilidad de comunicarse
con los demás.
El pensamiento concreto
En este periodo los
niños tienen que elaborar, mediante representaciones y simbolizaciones, todas
las adquisiciones de las etapas anteriores. Las primarias representaciones,
rígidas e inconexas, deben dar paso a una organización a una organización de lo
real imaginándolo de forma lógica, coordinada y flexible, es decir, utilizando
operaciones. En el caso de los niños invidentes tienen dificultades para la
efectividad del mismo.
El pensamiento formal o abstracto
Este constituye el
periodo de la etapa final y más desarrollada del pensamiento humano.
Por todos es conocida la
importancia que tienen las relaciones afectivas y la interacción en el
desarrollo de todo humano, pero para que este paso se pueda producir necesita
la atención y la respuesta de su madre o figura de referencia, ese apego
inicial constituye el comienzo de una interacción cuyo resultado es el
establecimiento de una verdadera interacción, denominada vinculación.
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Acercamiento al proceso de vinculación.
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El desarrollo del vínculo en ausencia de la
visión.
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Las señales comunicativas del bebé ciego.
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Desarrollo
del lenguaje
El lenguaje es algo más
que hablar o entender el habla de otros, es una representación interna de la
realidad construida a través de un medio de comunicación aceptado socialmente.
Así pues, el lenguaje va a posibilitar al niño la incorporación de instrumentos
simbólicos propios de su cultura y le va a permitir comunicarse no sólo con los
demás sino también consigo mismo.
Comunicación pre verbal.
Adquisición del lenguaje oral.
Hola! muy interesante el artículo. Me ha servido de mucho, solo que en la parte de "el pensamiento concreto" has puesto dos veces "una organización".
ResponderEliminarGracias.